24 noviembre 2010

mi primer triatlón... 1º - Jesús del Caño

el presidente inaugura esta sección en la que iremos recogiendo el relato de las singulares aventuras que nos ha supuesto a cada uno el debút en una prueba de triatlón; podéis enviar vuestro texto, mejor si es con alguna foto, a angelaltes@hotmail.com

MI PRIMER TRIATLÓN CROS (ENTONCES "DE MONTAÑA")
12 DE JULIO DE 2003.

    De mi primer triatlón todavía guardo tres recuerdos:
- dos horas antes de empezar diciéndome a mi mismo que quien me mandaría meterme en estos lares,
- cuando me metí en el agua la sensación de agobio,
- y cuando terminé la prueba, un subidón después de más de dos horas de triatlon que fue lo que me enganchó.
    Todo empezó a mediados del 2002, en la cena del 3º campeonato de futbol 7 para bomberos celebrado en Cuenca. De esa cena guardo dos recuerdos. La cena fue de pésima calidad (los famosos atascaburras me mandaron al servicio) y un video que pusieron sobre los Juegos Mundiales de policías y bomberos que se iba a celebrar en Barcelona del 25 de julio al 8 de agosto del 2003. Lo planteé a los miembros del equipo de futbol 7 pero al año siguiente el campeonato era en Valencia unas fechas antes y se juntaban demasiado por el tema económico y de familia. Pero a mi se me metió en la cabeza y me planteé ir a correr algo (un 1.500, un 10.000 e incluso una maratón). Ya en casa viendo los deportes vimos que se podía hacer un triatlón por relevos y que era el primer día por lo que nos dejaría días para disfrutar sin la tensión de la competición. Un chaval nuevo recién entrado haría la natación, un amigo mío que le gustaba mucho la bici, haría este segmento y yo la carrera. Pero unos días antes de inscribirnos el que iba a hacer la bici no pudo ir y el la natación se rajó por lo que yo, de coraje, me inscribí al triatlón completo.
    Fue un acto impulsivo porque ya en frío el primer día que fui a la piscina y después de nadar ocho largos salí con la idea de borrarme porque veía imposible nadar 60 largos. Afortunadamente no es tan fácil borrarse (todo estaba en inglés y entonces yo no tenía ordenador…) así que poco a poco fui a nadar cada día un poquito mas (no había día que no me diera con la mano en la corchera, un día hasta me hice sangre…). Menos mal que conocí a Angel Altés. Fue porque alguien del Parque me dió su teléfono (sabían que era el presidente de la Federación de triatlón) y le llamé para preguntarle donde podía correr un triatlón (la federación todavía no tenía pagina web). No recuerdo ahora si cuando le llamé ya sabía que era bombero y que iba a ir a Barcelona o me entere después, tal vez él lo recuerde. Total que me convenció para que me hiciera la ficha y empecé a entrenar más en serio.
    Yo quería hacer un triatlón antes de Barcelona para no ir tan de novato y los que iban a ir a Barcelona se fueron a San Sebastián a hacer un olímpico pero yo no pude ir ya que coincidió con el susodicho campeonato de futbol 7 en Valencia (donde aproveche entre partido y partido para nadar en el mar) así que me tuve que buscar un triatlón por aquí cerca. Y el que había era Valsaín (que era la tercera edición) aunque era de montaña pero bueno yo lo que quería era nadar y hacer las transiciones). Así que me apunte. Tuve que ir a un banco (Cajasegovia) y hacer el ingreso.
    El día de marras me fui con toda la familia con idea de hacer una comida campestre. Comimos en un pinar y después de comer mientras me fumaba un cigarro (por aquella época todavía fumaba algo) pensaba que donde me estaba metiendo). Total, llega la hora de coger el dorsal y primer palo. Todo el mundo con la pata depilada y yo con una pelambrera que cuando me iba a pintar el número ni se veía. El siguiente palo la vestimenta. Yo iba con un bañador de bóxer y una camiseta de tirantes y la mayoría con su mono o traje de dos piezas. Puse el dorsal en la camiseta y fui a meter la bici. Menos mal que allí estaba Angel que hacía de juez y le había tocado en boxes. Me explicó lo de montar y el casco y me fui con mi bici a ponerla en el box. Después me quite la camiseta y al agua.
    La salida era desde dentro y cuando dieron la salida esperé a que todo el mundo arrancar y después empecé yo. ¡Que agobio! Creo que nadé los 750 metros con la cabeza fuera del agua porque cada vez que la metía me quería morir (yo iba pensando “vaya un bombero de los cojones”). El momento más feliz fue cuando volví a tierra. Entonces ya sabía que iba a terminar el triatlón aunque fuera a rastras (casi fue así). En el box dio la casualidad que el compañero de al lado también estaba exultante porque había aprendido a nadar hacia dos meses y no confiaba en salir de agua. Así que nos pusimos a charlar de lo bien que habíamos salido. Ni que decir que mi transición fue para grabarla: me senté en le suelo, me sequé bien los pies, me puse los calcetines bien puestos, sin arrugas para que no me hicieran ampollas, me puse los playeros con cordones (dos lazadas para que no se desataran), me sequé bien el cuerpo para ponerme la camiseta y tranquilamente cogí la bici. Entre esto y la charla con el compañero no se el tiempo que estaría. Mi mujer dijo que pensaba que me había retirado por el tiempo que estuve en le box. La bici era un hierro que me compre en el 1990 y que nunca la había llevado al taller. Me paso de todo. Desde los cambios que no entraban, la cadena que se me salió varias veces porque el desviador esta mal sincronizado, el sillín se me rompió y tenia que ir de pie y los frenos no es que frenaran mal pero hacían un ruido de muerte. La poca gente que quedaba detrás de mí del agua me fueron pasando poco a poco. Por si fuera poco debido a la tensión del circuito se daban calambres en el tríceps y al empezar la última vuelta (que era donde había avituallamiento) ya no quedaba ni Rita la churrera (así que mucho menos agua). Cuando llegué con la bici a boxes creo que si no era el último poco faltaba. Allí estaba Angel que me recibió con un “vamos, vamos “ que ahora se que era de animo pero que a mi me sonó como “vaya un paquete que vamos a llevar a Barcelona”. Salí entero a correr porque con tanta parada en la bici no me había cansado y empecé a pasar a gente que estaba muy tocada. Creo que pase a 20 porque quede el 98 o así y éramos 125 y ya digo que en la bici llegue el último. Pero la sensación que experimenté cuando cruce la línea y ví que había terminado la prueba y había estado mas de dos horas sin parar (ahora parece una tontería pero entonces a mi me pareció increíble estas todo ese tiempo sin parar) hizo que me sintiera un iroman.
    Y desde ese 12 de julio del 2003 supe que este deporte me iba a enganchar “por lo menos para 2 o 3 años”.

3 comentarios:

  1. Jesus, 2 o 3 años, si esta claro que mas no te iva a enganchar, por eso ya llevas 7 campañas y cada una mejora la anterior.

    Espero que sigas muchos mas años dandole duro.
    Supongo que esta primera historia del debut tendra muchas similitudes con las del resto "primer triatlon", por lo menos con el mio las tiene.

    Felicidades por la iniciativa y espero que la gente se anime a contar su experiencia, nos servira para aprender,conocernos un poco mas y sobre todo para animar a quien tenga dudas o miedos a este deporte,podra comprobar que casi todos hemos pasado por ellos.

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  2. Me ha traido buenos recuerdos, jejeje yo tambien me acuerdo de mi primer triatlon. Una pena que en Valsain ya no se repita

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  3. Jesús, lo primero es felicitarte por tu relato. Está claro que este deporte tiene algo que la mayoría de las personas que participan una vez, quedan enganchadas a él y siempre que pueden lo materializan haciendo sus pinitos, compitiendo en alguna prueba cada verano, ya que no conciben pasarlo sin sentirse triatleta.

    Has sido sincero en tu recuerdos de los mal que lo pasaste en tus primeras competiciones, seguro que casi todos, si ahondamos un poquito en nuestra memoria, los tenemos igual o peores, pero con el recuerdo siempre son divertidos.

    Por mi parte, sólo desearte que disfrutes por mucho tiempo, de este invento llamado triatlón.

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