05 junio 2012

crónica IM Lanzarote - Rubén Guerra

Siguen pasando los días, pero los recuerdos están como si hubiera sido ayer. Me quedare muchísimas cosas en el tintero, pero no se borraran de mi cabeza. Aquí esta mi pequeña historia del Ironman: Podría escribir líneas y líneas de esta aventura, esto no es cosa de un día, esto lleva cocinándose desde el 27 de febrero de 2011, cuando después de un entrenamiento de natación comente a Luis que 2012 debía de ser el año de dar el gran salto. Desde entonces, reuniones, entrenamientos, masajes, lesiones, más reuniones y como no más entrenamientos hasta la semana previa, donde comienzan los primeros síntomas de que esto se acerca. Uno no sabe si ha entrenado bien, si llega corto, si llega pasado, salen las últimas molestias y los nervios lógicos de un novato. Llego el día de volar a la isla, todo preparado, el aeropuerto lleno de caras conocidas, de caras de ilusión, de caras nerviosas y de ganas de pasarlo bien. Llegamos a la isla, el trabajo de Altes y Ramón nos facilita mucho las cosas y sin darnos cuenta estamos hospedados y preparados para pasar una gran semana en Lanzarote. Primeras tomas de contacto con la isla, los recorridos nos impresionan, los paisajes nos hacen pequeños y en nuestra cabeza se acumulan imágenes que no olvidaremos. El ambiente es inmejorable, este grupo vale mucho y estos días han servido para unirnos aun más. El gran día, el examen final. Amanece un buen día, la madrugada es de las buenas, pero no importa, nos espera un día muy corto por delante y hay que vivirle al máximo. Sin darme cuenta sigo a Ángel, los nervios y el miedo se apoderan de mi, trato de escudarme en su veterania, bajo el hinchable intento situarme cerca de alguien conocido, Carlos y Paulino me escudan, silencio absoluto, suena la bocina, toca nadar. Salgo mas tranquilo de lo esperado, muy cómodo a pesar de la cantidad de brazos y piernas que me rodean, hay relativo respeto, queda mucho por delante y eso se nota. Salgo del agua, me cambio y corro con mi bicicleta buscando la línea de montaje, decido rodar con tranquilidad, hasta el kilómetro 25 no noto velocidad, pero desde aquí al 165 todo pasa muy rápido, llevo buen ritmo y apenas estoy forzando nada, hablo con Toñin, alcanzo a Merino vamos rodando juntos, alcanzo a Ramón, me sorprende verle a lo lejos tan pronto (kilómetro 90), va mal, me preocupa, pero el ya ha lidiado con esta prueba y confío en que se recupere. Los últimos 15 kilómetros pasan despacio, el viento apreta, me lo pone difícil, pero al fin volvemos a ver Puerto del Carmen. Comienza la maratón, algo nuevo para mi, salgo cómodo, sin forzar, no voy rápido, el sol aprieta y camino de aeropuerto (Km. 7) un primer aviso, me temo lo peor, Kilómetro 14, calambrazo, tengo que parar, mi pierna esta bloqueada, pero aquí hemos venido a terminar, estoy bien acompañado y la afición no falla, me animan, tratan de levantarme la moral, pero mis piernas son mas fuertes que yo y apenas me permiten correr 1000 metros sin parar. Últimos kilómetros, lo he conseguido, olvido el dolor de la maraton, me cruzo con Paulino, va hacia la meta, me cruzo con Ramón, me quito el sombrero, despues de haberle visto tan mal en la bici se ha recuperado de forma increible, me despido de Carlos, aun le quedan algunos kilómetros, abrazo a Manolo, confío en el y se que acabara, para junto a Ángel, me emociono, supongo que sus palabras me han tranquilizado para poder llegar a la meta “Rubén, caminando se te pasa”, últimos 100 metros, me coloco mi top de los Bomberos, no podía ser de otra manera, mi primer Ironman lo quiero acabar vestido con los colores de mi club, cojo la bandera de Medina, en homenaje a toda mi familia y amigos, y cruzo la tan ansiada línea de meta, ya soy FINISHER. No quiero terminar esta, mi historia personal sin agradecer el apoyo de Juan A. Bermejo, de todos mis compañeros, sus familias, “la afición” y nuestras Atalantas, todos vosotros habéis conseguido que yo acabe esta preciosa prueba, sin el apoyo de las personas que nos rodean esto seria imposible. Desde aquí prometo que volveré.

03 junio 2012

Liga de Clubes de Triatlón

por tercer año consecutivo estamos en esta competición por equipos; después de Ferrol 2010 y Pulpí 2011 hasta Canet d´en Berenguer se desplazó la expedición del club para participar en la categoría de promoción; el puesto 18º conseguido quizá sea lo de menos, pero ahí está; cada uno de los que estuvimos en Canet pusimos todo lo que teníamos para intentar puntuar ayudando al equipo; es lo bonito de esta competición; el tiempo de corte se estableció en 1h15´06, un tiempo exigente por el estado del mar que hizo del segmento de natación algo más largo que en otras pruebas; al final solo Basilio, Rubén, Ramón, Deivid y Carlos sumaron puntos, pero Luis, Manuel, Raúl y yo hicimos lo que pudimos y aportamos al grupo otras cosas; entre todos conseguimos que el club estuviera dignamente representado entre los mejores de toda España; 


resultados: 
18º - CD Triatlón Bomberos Valladolid - 558 puntos
...
60º - Basilio Velasco - 1h05´50
66º - Rubén Guerra - 1h05´57
69º - Ramón Gregorís - 1h06´07
125º . David Pérez - 1h10´31
127º - Carlos Alonso - 1h10´49
157º - Luis Redondo - 1h17´07
160º - Manuel Pérez - 1h18´04
164º - Angel Altés - 1h18´53
171º - Raúl Gutiérrez - 1h25´38

"mi Liga de Clubes" - Angel Altés
he tenido que esperar 18 años desde que hice mi primer triatlón en 1994 para poder participar en una Liga de Clubes, la competición que más me gusta de todas; había ido otros años con el grupo, pero este era mi debut! os puedo asegurar que estaba más nervioso que hace 15 días en la salida del Ironman, mis compañeros del apartamento lo saben; para mi todo va demasiado rápido en un triatlón sprint, y eso en este caso incluye viaje, reunión técnica, horarios variados, pseudocomida, preparación del material, calentamiento, presentación, cámara de llamadas y... a saco desde la bocina! vaya 750 metros más largos, accidentados, pestosos... para olvidar; al salir a la playa veo en el crono 16´ y se que la remota posibilidad de bajar de 1h15´ para poder puntuar se ha alejado un poquito más; la transición es larga, y veo que detrás de mi aún están Raúl, Luis y Manuel; esto me vendrá bien cuando me pillen en la bici   :-)   el cambio no me sale mal del todo y empiezo el ciclismo suave para prevenir los calambres; aprovecho una rueda y voy cogiendo ritmo; el recorrido permitía ver como venía la prueba por delante y detrás al ser casi todo el tiempo de ida y vuelta; apenas distingo a mis compañeros por delante, metidos en pelotones; por detrás de mi en seguida veo que Manuel trae como una locomotora enganchados a Luis y Raúl y vienen recogiendo triatletas; ahorro un poco y cuando llegan arreo para subirme al tren; una pena que Raúl perdió la rueda, vaya ritmo! menos mal que había muchas rotondas que me servían para respirar porque Manuel tirar tira, pero trazar no traza; desembarcamos en la T2 los 3 juntos y vuelvo a hacer un cambio rápido para salir primero; en el crono 55´ o sea que definitivamente no bajaré el tiempo de corte; pero como siempre queda la duda y hay que vaciarse hasta el final, salgo a correr todo lo rápido que puedo; me pasan Luis y Manuel y voy bajando el ritmo; la última vuelta es contradictoria porque sabiendo que no puntuaré quiero llegar lo antes posible; en meta puedo respirar, pero aún no tengo tiempo de valorar lo contento que estoy por estar aquí; todo sigue pasando demasiado rápido...